En tiempos de inflación alta, salarios estancados y servicios básicos cada vez más caros, muchas familias se enfrentan a una pregunta difícil: ¿Conviene pedir un préstamo para pagar la boleta de luz o gas?
Este artículo no te va a prometer milagros. En cambio, vas a encontrar un análisis claro, directo y adaptado a la realidad de quienes viven con lo justo.
Vamos a ver cuándo puede tener sentido recurrir al crédito, cuándo no es una buena idea y qué alternativas reales existen para aliviar el bolsillo.
🧾 1. Entendé el problema: cuando la luz se vuelve impagable
Si pagás más de lo que ganás, o si estás usando tu tarjeta para cubrir servicios esenciales, tu situación no es un caso aislado.
Miles de familias en Argentina están destinando más del 30% de sus ingresos a servicios públicos. Esto es una señal de sobreendeudamiento estructural, no de mala gestión.
A veces, no pagar significa corte inmediato del servicio, con consecuencias graves para la salud, los alimentos o la educación de los chicos.
Entonces, pedir un préstamo puede parecer la única salida. Pero… ¿realmente lo es?
💸 2. Cuándo no conviene pedir un préstamo
Antes de todo, tené en cuenta: endeudarte por algo que se repite todos los meses es una señal de alarma.
No pidas un préstamo si:
- El monto que debés es menor al 20% de tus ingresos.
- Tenés otro gasto que podés recortar para pagar la boleta.
- El préstamo es de alto interés (más del 100% anual).
- No tenés ingresos fijos para pagar la cuota el mes que viene.
- Solo estás aplazando un problema que se va a repetir.
Pedir dinero hoy no resuelve el problema estructural, y puede convertir una boleta de $20.000 en una deuda de $50.000 en pocos meses.
✅ 3. Cuándo sí puede tener sentido hacerlo
En algunos casos, un crédito puntual, de bajo monto y con tasa blanda, puede evitar un daño mayor.
Puede tener sentido si:
- Estás por sufrir un corte y no tenés margen de negociación.
- El préstamo es de muy bajo interés (menos del 50% anual).
- Tenés ingresos fijos que garantizan el pago mensual.
- Vas a usar el crédito para saldar varias deudas y reorganizar tu economía.
- Estás esperando ingresos atrasados (ej. salario, asignación) y necesitás cubrir el hueco temporal.
Incluso así, no es una solución ideal, sino una medida de emergencia. Y siempre debe ir acompañada de un plan de reorganización financiera.
🏦 4. ¿Dónde conseguir préstamos accesibles para este caso?
A continuación, te mostramos algunas opciones más seguras que los préstamos informales o tarjetas rotativas:
a. Bancos públicos (como el Banco Nación o Banco Provincia):
Ofrecen microcréditos o préstamos personales con tasas más bajas para monotributistas o personas con AUH.
b. Fintechs con reputación (como Ualá, Mercado Crédito o Naranja X):
Permiten simular cuotas, y en muchos casos no requieren recibo de sueldo.
c. ANSES – Créditos para beneficiarios de AUH y SUAF:
Si cobrás asignaciones, podés acceder a préstamos desde $5.000 hasta $85.000 en 24 o 36 cuotas, con tasas subsidiadas.
💡 Consejo: Siempre simulá el préstamo en su página oficial antes de aceptar. Leé bien el CFT (Costo Financiero Total) y asegurate que la cuota no supere el 10% de tus ingresos.
🧠 5. Alternativas reales antes de endeudarte
Antes de pedir un préstamo, probá alguna de estas estrategias:
- Solicitá el subsidio de luz y gas si no estás registrado:
👉 www.argentina.gob.ar/subsidios
Puede reducir tu factura hasta un 60%. - Pagá en dos veces con tarjeta de débito/crédito:
Algunas empresas permiten pagos parciales. - Usá apps de pago como Mercado Pago o Ualá:
Tienen opciones de pago fraccionado con menor interés. - Pedí una mediación en ENRE o ENARGAS:
Si tu factura llegó con aumento abrupto o error, podés pedir una revisión oficial y suspender el cobro hasta que se resuelva. - Conectate con organizaciones barriales o municipios:
Algunos tienen programas de asistencia temporaria para servicios.
📌 6. Plan financiero de emergencia en 5 pasos
- Anotá todos tus ingresos y egresos reales. Sin ocultar ni subestimar.
- Recortá 3 gastos variables (delivery, cuotas extra, transporte innecesario).
- Pagá servicios esenciales primero. Luz, gas, alquiler.
- No uses la tarjeta para pagar comida + servicios + transporte al mismo tiempo.
- Buscá asesoría gratuita en oficinas de ANSES, municipios o defensorías.
✅ Conclusión
Pedir un préstamo para pagar la luz o el gas no es una solución sostenible, pero puede ser un salvavidas si se usa de forma consciente, puntual y con un plan claro.
Antes de endeudarte, agotá los recursos que tenés al alcance, como el subsidio oficial, los créditos sociales o acuerdos de pago.
A veces, la solución no es pedir más plata, sino organizar mejor la poca que hay. Y para eso, información clara como esta puede ser el primer paso.
🙋♀️ Preguntas Frecuentes
¿Cuánto puedo pedir prestado si cobro AUH?
Hasta $85.000 en ANSES, pagaderos en hasta 36 cuotas, con tasas reducidas.
¿Puedo pagar la boleta en cuotas con la empresa prestadora?
Depende de la provincia y la empresa. Algunas permiten pagos diferidos con interés bajo.
¿Qué pasa si dejo de pagar el préstamo?
Entrás en mora, generás intereses punitorios y podés quedar reportado en el Veraz.
¿Es mejor usar la tarjeta de crédito o pedir préstamo personal?
Si la tarjeta está en rotativo, el interés es mayor que un crédito personal. Siempre compará el CFT.
¿Dónde me ayudan gratis con mi situación financiera?
En oficinas de ANSES, defensorías del pueblo y municipios suelen ofrecer asesoramiento sin costo.
